La represión como estrategia para "invisibilizar"
la acción colectiva de las juventudes hoy.
Los contextos globales–mundiales en nuestros días dan cuenta de un sistema–mundo que avasalla en cada momento a los más desprotegidos, las desigualdades sociales y estructurales son precursoras de las violencias en todas sus vertientes; psicológicas, físicas, económicas, emocionales, sexuales etc. Estas circunstancias se viven y magnifican día a día en todos los continentes; asesinatos, represión y opresión inundan los medios. Los gobiernos pro neoliberales suman a estas circunstancias hostiles, al llevar a cabo reformas constitucionales para generar políticas publicas, que favorecen realmente a las oligarquías y en detrimento de las juventudes.
En este sentido, el pasado martes 23 de abril de 2024 –en la histórica plaza de mayo en Buenos Aires Argentina– se llevó a cabo una gran movilización básicamente estudiantil en protesta por los recursos que el gobierno del ultra derechista de Javier Gerardo Milei le destino a las universidades públicas. El Ministerio de Capital Humano de quien depende la Secretaria de Educación refirió que para el ejercicio de este 2024, el monto para las universidades será el mismo que el año pasado 2023, debido a la inflación que sufre el país.
En las calles se combate al sistema
La respuesta de la comunidad estudiantil no se hizo esperar, salió a las calles para manifestar su desacuerdo y acusar a Milei de generar un clima muy desfavorable para las y los jóvenes que pretenden continuar sus estudios. Denuncian que en realidad con estas medidas de austeridad de parte del gobierno se pretende dejar el camino libre para una privatización de la educación Argentina en un futuro nada lejano.
Las 800 mil personas que acudieron a la gran manifestación –según datos de los medios argentinos– levantaron la voz al unisonó pidiendo que no se tocaran los intereses universitarios, que las reformas propuestas al congreso por parte del actual presidente den marcha atrás por generar un retroceso en todos los sentidos para los y las ciudadanos de ese país, incluso pidieron sin dudar la salida de Milei de la presidencia.
La capital no tan santa
De esta manera vemos a un país que defiende desde sus juventudes el derecho a la educación de todos y de todas, responde a una clara injusticia de parte de sus gobernantes, poniendo en claro la importancia de la dignidad humana como si fuera el respirar, sin embargo hay mucho por hacer para que en el mundo se respete y se procure un bienestar social equitativo en todos los niveles. A pesar de muchos esfuerzos por parte de la población civil en cada país, no se ha traducido en el término de la paz –pareciera que es todo lo contrario como lo muestra el conflicto que ocurre actualmente en la franja de gaza– por lo que es importante voltear y ver todas las realidades sociales que hoy acontecen para tratar de entender cómo se puede ir trabajando y crear nuevas y mejores condiciones de vida para cada habitante del planeta tierra.
Dicho lo anterior, en la franja de gaza –llamada asi a un territorio que se encuentra en las orillas del mediterráneo y que su capital o centro es gaza, nombre que se extiende a esta región de muy pocos kilómetros que según los especialistas estiman que no son mas allá de 360 kilómetros cuadrados– se sostiene desde hace mucho tiempo una declarada guerra con el gobierno de Israel debido a que los palestinos –quienes son los habitantes de gaza– reclaman que Jerusalén, la tierra santa, que se encuentra en el territorio de Israel debe ser su capital, mientras que los Israelís actualmente la tienen como su capital y no están dispuestos en ningún momento dejarla en manos palestinas.
Todo este conflicto se recrudeció el día 7 de octubre de 2023 cuando un grupo extremista llamado Hamás lanzo un sorpresivo ataque desde la franja de Gaza al territorio de Israel causando bajas militares e incluso se asegura que hubo retenciones forzadas, la respuesta militar Israelí fue contundente y lanzó un severo ataque a la franja de Gaza atentando también en contra de la población civil argumentando que ahí se esconden los dirigentes terroristas. La ofensiva sigue actualmente desde los diferentes flancos, aéreos y terrestres utilizando la tecnología en drones para dichos ataques, por su parte Hamás sigue intentando responder desde sus posibilidades poniendo en latente riesgo a las y los Palestinos.
Represión VS Consciencia
Estos 200 días transcurridos al día de hoy de los muy lamentables acontecimientos donde cada vez los sectores civiles son atacados indiscriminadamente han hecho que alrededor del mundo se comience a levantar la voz, varios países han rechazado la violencia generada a raíz de este conflicto, pero es muy importante mencionar que no ha sido a través de la diplomacia si no a través de sus juventudes que cansadas de mirar tanta injusticia de ciertos gobiernos levantan la voz desde la protesta.
En los Estados Unidos –también en Francia, ahora en México– dichas protestas se han generado desde sus universidades debido a que el gobierno de Joe Biden sostiene relaciones directas con el de Israel de diversa índole. Los y las estudiantes exigen que dichos vínculos sean cancelados de inmediato por la violencia directa que la milicia israelí esta cometiendo en contra de la población de la franja de gaza; hace unos días en la Universidad de California en San Diego sus estudiantes en su libre expresión toman el campus, instalan un campamento, ponen muchas pancartas donde se lee “Palestina Libre, Libre”, pero la represión por parte de la autoridades estadounidenses se desató: desalojaron la universidad y realizaron algunas detenciones de estudiantes que protestaban, las declaraciones del presidente Baiden después de la represión fueron, “Existe el derecho a protestar, pero no el derecho a sembrar el caos”.
Uno de los episodios mas represivos que a efectuado la autoridad estadounidense fue el pasado lunes 29 de abril por la noche cuando decenas de policías entraron a la universidad de Columbia en Nueva York para detener a los manifestantes que se pronunciaban a favor de Palestina y repudiaban los actos asesinos por parte de Israel, así como el apoyo militar de EE. UU. De manera arbitraria y con un notable exceso de fuerza, fueron reprimidos, desalojados y detenidos los y las estudiantes –también había profesores– a los cuales los llevaron ante la autoridad para fincar responsabilidades por la toma de la universidad, y enfatizaron que no permitirán este tipo de actos.
Lo que nos queda por hacer
Es fundamental visibilizar y enfatizar que las juventudes –que regularmente se nombran por los gobiernos como el futuro del país– se están movilizando hoy, en el aquí y ahora se hacen presentes y no están dispuestos a ver cómo los sectores hegemónicos con intereses particulares y no sociales, siguen invalidando su presencia, violentando su integridad, pensar y sentir. Las juventudes se manifiestan para dar cuenta que los gobiernos han fallado, que las grandes potencias lo que menos quieren es crear lugares de igualdad, equidad, paz y tranquilidad, se reafirma que el gran negocio siempre será el caos, la represión, el militarismo, la guerra y el desdibujamiento de las juventudes.
Habrá que re pensar la forma de cómo se les trata a nuestras juventudes, el cómo desde la academia se les brinda la confianza, el conocimiento y sobre todo, el acompañamiento para que sigan creando la consciencia social, la empatía que se necesita para tratar de entender los contextos mundiales, que hoy en día dejan mucho que desear y, más que nada, de incidir en ellos, para transformarlos.